sábado, 31 de mayo de 2008

Recordando a buena gente


Teógenes Díaz Gavín, nació en Alcázar de San Juan en 1907. Conocido familiarmente como«Teo», fue precursor de escalada libre de dificultad con el primer VI español, en 1933. A partir de 1931 forma cordada con Ángel Tresaco. En Picos de Europa los dos escalan sin guía la Boada (17-8-1931) por la sur y la Pidal (19-8-1932) por la norte del Naranjo, su montaña predilecta. En Gredos, «Teo» y Tresaco logran la primera al Segundo Hermanito por la cara oeste junto a Guillermo Fuentes y, el mismo día, «Teo» hace en solitario el Tercer Hermanito (6-5-1932). Con Ricardo Rubio y tras subirse a la Punta Innominada, consigue la primera al Torreón de los Galayos por la chimenea de la cara oeste (14-5-1933), según consta en el libro de cumbre, ascensión clave en la evolución española con cuerdas de cáñamo de 20 metros y albarcas. Con Rubio e Ignacio Lucas hace la primera a Peña Blanca, en Pinares Llanos (Guadarrama). Con Enrique Herreros, Juan Bautista Mato, Franco Orgaz y Tresaco abre la cara sur de El Torreón (10-6-1934).

En 1935 abre dos nuevos hitos. Primero, la Sur de El Pájaro, en La Pedriza, con Mato y Tresaco, previamente rapelada por «Teo» y Tresaco con Santiago Fernández Ruau. Segundo, con Tresaco y José González Folliot* «Pepín» la Variante de los españoles por el Pitón Carré a la salida del Couloir de Gaube, en Vignemale (17-7-1935): es la sexta repetición y esta variante se considera «un golpe de teatro de los españoles». «Teo» volvería a repetir el Gaube con Florencio Fuentes y Rafael Pellús en 1953. De su actividad en Pirineos también destaca su Balaïtous por Batcrabére y la travesía Diablo-Costerillou con Tresaco (1933).

Otras vías suyas en La Pedriza son el Risco de la Bota, El Centinela, Risco de la Muela, la cara norte de El Cocodrilo, el Risco de las Nieves por la horcada, y la sur de La Maza y del Risco del Puente.

En la Guerra Civil participa en los batallones alpinos y es comisario político asimilado a comandante. Condenado a trabajos forzados en la Cruz de los Caídos, se reincorpora al GAM de Peñalara en 1950, del que luego sería presidente desde 1957 a 1969. Entonces repite con la nueva generación diversas vías por toda la Península (no a los Alpes, ues tenía retirado el pasaporte), en especial con Esteban Fernández. Inmediatamente escala la Sur del Naranjo con Máximo Serna (26-8-1950). La Teógenes al Tercer Hermanito de Gredos, con Agustín Faus y Leopoldo Rodríguez es otra apertura suya (17-7-1951). Dirige los trabajos de construcción del refugio de Vega Urriello en 1953 y luego el de Vega Ario, sube de nuevo con Tresaco al Naranjo (1954), cumbre donde abre luego la Teo con Fuentes y Herráez (1958). Su 20.ª ascensión a El Picu es en 1974. Otras aperturas de «Teo» en Picos de Europa son al Aguja Peñalara, Peña Bermeja, Punta Patricia, Punta Verónica y Torre el Picón.

Instructor de los primeros cursillos del montañismo español desde 1935, es uno de los primeros profesores de la ENAM en 1953 (Escuela Nacional de Alta Montaña) . En sus últimos años hace cordada con Esteban Fernández. Protagoniza el 100.º ascenso a El Torreón (13-10-1956). En 1979 sube la Cornelius al espolón norte del Petit Vignemale, acaso su última gran escalada, antes de su muerte en 1990. Ese año, en el XXXVIII Campamento Nacional de Alta Montaña, se inaugura la fuente Teógenes Díaz en su honor en la Vega de Urriello, al pie del Naranjo. El premio Teógenes, que galardona el historial de alpinismo más notable del año, también está instituido en su memoria.

Del Batallón Alpino


Esta placa está colocada en las posiciones cercanas a Peña Citores, en la cresta divisioria de las provincias de Madrid y Segovia




Capitán Leatherdale.

A mi padre, José Pérez Leatherdale.


No pretendo reparar injusticias,
corren malos días para la épica,
simplemente es una historia familiar,
una historia perfectamente humilde.
Español y oficial republicano
perdió una guerra y más de media vida
pero nunca perdió la dignidad.
Sentados a la mesa, tras la cena,
me hablaba de su Batallón Alpino:
Navarrulaque, el Cerro de los Locos,
Collado de Marichiva, Peña Bercial...
paisajes de una gesta prescindible,
comienzo de una herida interminable
de silencio, de yugo, de victoria.
Hoy me viene tu voz y me recuerda:
no pudieron vencernos la palabra;
siempre a tus órdenes mi capitán.”

Peñas arriba (II)

A eso de los quince años, empezamos a salir sólos a la Sierra. Ésto, que ahora parecería extraño, a mediados de los setenta, era de lo más normal. Además las salidas rara vez eran de un día, sino de todo el fin de semana, e incluso ya con dieciséis una semana santa entera. Nos daban el dinero justo para el tren y poco más y desaparecíamos dos días enteros de casa, con una somera idea de dónde íbamos ¡y sin móviles!.

Solíamos ir en autobús.; en LARREA si a Guadarrama, en LA MADRILEÑA si al Puerto de Navacerrada o el de Cotos, cuyo famoso autocar nº 1 siempre se estropeaba en la Fuente de los Geólogos. Ambas salían del Paseo de la Florida, y siempre quedábamos en la esquina de Casa Mingo, con lo que la sidrería se llenaba de chavales con mochilas y pantalones bávaros. Si el destino era La Cabrera , el Valle de Lozoya o Patones, entonces era LA CONTINENTAL de la calle Alenza. Para Cercedilla, íbamos en tren, luego enlazando con el “funicular” a Navacerrada o a Cotos. Pero de todos los transportes “regulares” el más pintoresco era el bus de la “Fifí”, que subía de Manzanares a Cantocochino en La Pedriza. Este autobús destartalado era conducido por la Fifí, una señora ya mayor que siempre llevaba a su perro sentado al lado de la palanca de cambios. Alardeaba a voces de ser comunista (en aquellos tiempos) y de ser compañera de La Pasionaria. Había que echarle más valor en ese bus que en el “Escudo” de la Sur del Pájaro.

Debido a las penurias económicas pronto empezamos a desarrollar “técnicas de ahorro”, sobre todo en el tren. Bajando en el funicular de Navacerrada, bajábamos andando hasta el apeadero de Collado Albo y allí lo cogíamos, lógicamente sin billete, y al revisor no le daba tiempo a pasar antes de llegar a Cercedilla, final de trayecto. En el tren de regreso a Madrid, Domingo por la tarde, y lleno a rebosar, íbamos recorriendo el tren hacia la cabecera delante del revisor y para cuando llegábamos a Nuevos Ministerios, ya nos habíamos bajado. Todas estas técnicas nos permitían mayor libertad para ir al monte, ya que podíamos prescindir del “permiso paterno”, que principalmente consistía en el dinero para el viaje, y si lo teníamos, se convertía en otros suministros como Celtas cortos y alguna cerveza. Respecto a la comida no había problemas, fabada Litoral y sardinas Cuca, hábilmente sustraídas de la despensa familiar, eran la dieta habitual.

Lo que fue el no va más, fue cuando descubrimos el autostop. En aquellos tiempos te paraban sin demasiada dificultad y si además llevabas arreos de montaña pues era más fácil. He bajado las siete revueltas de Navacerrada en cajas de camiones (ríete de los cinturones de seguridad) y el cura de Guadarrama nos solía bajar del Alto de los Leones en un Mini Morris, que ríete tú de Fernando Alonso, yo creo que como pensaba que iba con Dios le daba todo igual. Otro transporte peculiar era el porquero de Uceda. Lo utilizábamos cuando volvíamos de Patones, un Patones muy distinto al de ahora, sin nadie allí y con sólo dos vías abiertas en artificial con spits. Pues el porquero de marras nos traía desde el puente de Uceda, en la caja de una DKW que se caía a pedazos, sin asientos, pero eso sí, con unos buenos pegotes de estiércol en las ventanillas.

Viejos y buenos tiempos, de libertad y horizontes abiertos, de compañeros de fatigas, compartiendo una lata sardinas, mojaduras y tiritonas en simulacros de sacos de dormir, algunos tragos de vino y caladas de un cigarrillo; el Me, Juanillo, Willy, José Antonio, Gonzalo…. algunos, ya se fueron para siempre.

Salud. Va por vosotros.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Recordando a buena gente


No sé por qué, hoy me acordé de ella


CABRA SOLA

Hay quien dice que soy como una cabra;
Lo dicen lo repiten, ya lo creo;
Pero soy una cabra muy extraña
Que lleva una medalla y siete cuernos.
¡Cabra! En vez de mala leche yo doy llanto.
¡Cabra! Por lo más peligroso me paseo.
¡Cabra! Me llevo bien con alimañas todas,
¡Cabra! Y escribo en los tebeos.
Vivo sola, cabra sola,
-que no quise cabrito en compañía-
cuando subo a lo alto de este valle
siempre encuentro un lirio de alegría.
Y vivo por mi cuenta, cabra sola;
Que yo a ningún rebaño pertenezco.
Si sufrir es estar como una cabra,
Entonces sí lo estoy, no dudar de ello.

Gloria Fuertes (De Poeta de guardia,Barcelona: El Bardo, 1968).

lunes, 26 de mayo de 2008

¿Usted no es de aquí?

Allá por el año 72 del siglo pasado, cuando yo contaba 11 años y medio, empecé a ir al colegio en transporte público. Esto que dicho así no parece nada significativo, tomará su verdadero valor si explico que atravesaba Madrid de Oeste a Este para ir de casa al colegio. Así que allí me veis, por la mañana, aún de noche, mientras mis compañeros todavía dormían, yo andaba a veces en bus, otras en metro, compartiendo frío y legañas con los trabajadores madrileños de la época. Mi abuelo, gastándome coñas, solía decir que a esas horas sólo andaban por la calle las putas, los borrachos, los jugadores y otras gentes de mal vivir.

Recuerdo sobre todo los obreros en el metro. Albañiles, mecánicos y torneros de la Perkins y la FEMSA, que se distinguían por las manchas de las manos, todas igual de rudas y enrojecidas. Si con restos de yeso albañiles, si de grasa obreros de los talleres de automoción y maquinaria de los polígonos del este de Madrid. Manos bastas y duras( mi manía de las manos), que estiraban la americana de botones tirantes sobre el jersey de lana de punto grueso, cuyo cuello vuelto delimitaba la barba mal afeitada. Botas “chirucas” o de “segarra” entre las cuales sujetaban la bolsa de deportes “adalidas” o “Munich 72” que contenía el almuerzo de la jornada.

Llegabas a la estación de Ciudad Lineal y después de atravesar los pasillos con pintadas de “Camacho libertad”, salías a la desvaída luz del amanecer invernal encontrándote de frente con el jeep gris de la Policía Armada.

Treinta tres años después, aquel niño, que soy yo, vivía lejos del centro del país. Tenía tres hijos y llegaba la tarde del 5 de Enero de 2005 en un moderno tren AVE a la estación de Atocha. Bajé de un salto del tren y salí corriendo hacia los andenes contiguos de los trenes de cercanías. Iba a Coslada, donde, junto a mi mujer, hijos, familia política y sobrinos íbamos a ver la Cabalgata, como ya llevábamos haciendo algunos años. Entré en tromba en el andén, justo a tiempo de subir al tren.

Ya en la plataforma, empecé a recuperar el resuello y a buscar ubicación para los escasos veinte minutos de trayecto. Entonces me di cuenta. Estaba en el tren de la muerte. Hacía escasos 9 meses que en trenes como ése y en ese recorrido 198 personas habían perdido la vida en el mayor atentado de la historia de éste país. Me estremecí, pensando en ello, y empecé a observar a la gente que llenaba el vagón. Era a última hora de la tarde y los trabajadores regresaban a las ciudades dormitorio del este de Madrid, Coslada, San Fernando, Alcalá de Henares… Entonces recordé mis viajes en el metro yendo al colegio. Las americanas raídas ahora eran cazadoras de Carrefour, las botas “chirucas”, zapatillas deportivas y las bolsas de deportes, mochilas multicolores. Pieles oscuras o morenas junto a cabellos rubios y ojos azules. Acentos del este de Europa y del norte de África. Caras de cansancio, cabezadas apoyados en una barra, una sonrisa de dientes blancos deslumbrantes. Risas. Silencios.

Lo único que permanecía invariable eran las manos, maltratadas, duras, enrojecidas, de dedos gruesos. Con las manchas distintivas de yeso o grasa.

Treinta y tres años para nada. La máquina insaciable del capital sigue demandando alimento. No le importa el color de la piel, la edad o la procedencia.

Lo único que quiere son manos,……esas manos.

Blanco + Negro

Nunca me gustó que me impusiesen mis filias y fobias. Y como siempre fui espíritu curioso, cuando me señalaban una fobia, yo indagaba, y a veces la fobia se convertía en filia. Son los inconvenientes del criterio propio. Por eso, yo creo que hay que desconfiar de todo aquello que intente sortear la razón y la lógica, menospreciando nuestro “criterio propio”. Quizá a eso se deba mi equidistancia lejana tanto de la religión como del libro rojo de Mao. Y no a humo de pajas, sino por el resultado empírico de mi educación en un colegio “de curas” y mi militancia en la temprana juventud en una organización maoísta. La experiencia directa de las cosas, o bien la indirecta contrastada por varias experiencias ajenas (lectura, relato, etc.), componen la base fundamental para la formación de nuestro criterio, y nuestro criterio es nuestra independencia. Siempre fue difícil ser independiente, porque supone tener criterio, y a su vez supone adquirir información, analizar, pensar y decidir, y para todo eso hay que tener tiempo y ganas. Los poderes que siempre lo fueron en el mundo, lo saben, e intentan por todos los medios a su alcance, facilitarnos la opinión “hecha”, ahorrándonos el “trabajo de pensar”. Ésto lo hace tanto El País como la Conferencia Episcopal, Comisiones Obreras (o CCOO que diría Urdaci) o la CEOE, tus padres o tus amigos.

Aprendí a no tener miedo a ser distinto, a no pensar como los demás, a poner la cara al viento, como decían personajes tan dispares como Raimon y Manuel Gutiérrez Mellado, aunque escueza. En definitiva, no importarme ser el raro, porque creía lo que pensaba, aún siendo consciente de la posibilidad de estar totalmente equivocado. El gris continuo. Porque es la mezcla del blanco y el negro. Y los colores complementarios son los que mezclados dan gris. Gris …….

domingo, 25 de mayo de 2008

Fiebre de Chamberí

La primera línea de metro de Madrid se inauguró en 1919, el año del Tratado de Versalles, el mismo año en que Mussolini fundó el Partido Fascista y en el que también Falla estreno "El Sombrero de Tres Picos". España intentaba subirse al carro de la modernización europea con el ferrocarril metropolitano, a pesar de las grandes carencias de todos los órdenes de la sociedad española.
Eran ocho estaciones que iban desde la Puerta del Sol a Cuatro Caminos, uniendo el centro de la capital de España con la puerta de las barriadas obreras del norte de Madrid. Hoy en día ésta, la denominada línea 1, se extiende más allá, en sus dos extremos, de las estaciones originales, pero con el pasar de los años, exactamente en 1966 perdió una de sus estaciones, la de Chamberí. Situada entre las de Bilbao e Iglesia, fue suprimida al aumentarse los convoyes de 4 a 6 vagones y ser imposible técnicamente su ampliación.

Durante decenios, ésta estación ha sido una parada fantasma, acumulando polvo y anclada en el pasado, inmune a los cambios de estética de las estaciones y los trenes. Se intuía en la semipenumbra de las luces del vagón reflejadas sobre los azulejos al pasar.

Sin embargo esta mañana, me he llevado la sorpresa al pasar esta por la estación fantasma, de encontrármela iluminada, reluciente con sus azulejos blancos y anuncios multicolores, en pleno esplendor del diseño parisino art noveau en el que se inspiró el arquitecto Palacios. Resulta que don Alberto, munícipe de la ciudad, la ha restaurado y convertido en Museo.

En mis años madrileños, al pasar por esta estación siempre me acordaba de un sueño recurrente en mis estados febriles de gripes y resfriados. Me subía en el ascensor y pulsaba el piso 3º y el ascensor al llegar a éste no paraba, continuando hacia arriba y superando los seis pisos de la finca. Entraba en un territorio extraño y desconocido donde los pisos tenían nombres indescifrables y eran habitados por personas que yo sabía extrañas e inquietantes que me miraban de forma escrutadora. A partir de hoy cuando viaje por la línea 1 y pase por la estación de Chamberí, me tocaré la frente y me preguntaré ; ¿tengo fiebre?.

jueves, 22 de mayo de 2008

Me gusta conducir

La mano fuera de la ventanilla jugando con el viento de la velocidad, la luz del crepúsculo que ilumina a tu pareja dormida en el asiento del copiloto, ¿quién no ha tenido momentos así?, pues claro coño, ¡me gusta conducir. Otro que es daltónico pero al revés y confunde colores de cosas y su coche. ¡La leche de ingenioso!.

Es la nueva ola de publicidad, sobre todo de coches que llamo conceptual. Ya no se anuncia el modelo de coche, sino situaciones agradables que probablemente nos han ocurrido a todos y que nos conectan directamente con ese recuerdo inconsciente nuestro de “estar bien”. Sibilino el asunto ¿eh?. Pues en eso andamos. Por otro lado publicidad ingeniosa, situaciones paradójicas; la verdad es que se riza el rizo. Llega un momento en que la publicidad casi llega a ser un arte refinado. Pero …..

La otra noche estaba disfrutando el intermedio del médico, cojo y cabrón, cuando empezó un anuncio que me enganchó desde el primer momento, una niña como de cinco años que les dice a sus padres que va a tener un hijo. Empiezan a encadenarse imágenes de otros niños contando lo mismo, y diciendo lo que les gustaría dejar a sus hijos. Hablan de que hay que cambiar muchas cosas ¡hay que cambiar el mundo!. Y de que es muy difícil, pero que ¡quién dijo miedo!. Uno que desde que tiene prole es de emoción fácil empieza a sentir el nudito en la garganta y el ojo húmedo, y entonces pienso ¿de quién será el anuncio? (hasta ahora no lo había pensado), ¿UNICEF?, ¿Médicos sin fronteras? o …. ¡la ONCE!. Las imágenes de funden a negro. Lentamente aparece un logotipo. E N D E S A.

¡Serán mamones!

miércoles, 21 de mayo de 2008

La Comunidad


Vivo en una comunidad de vecinos estupenda, y tenemos un presidente de comunidad muy bueno. Nos lo recomendó el anterior, que estuvo 39 años, y le hicimos caso; la verdad es que nos va muy bien. Hay algún problemilla, pero nos apañamos. Como cuando nos da lo que nos corresponde para los gastos del mes, los del 6º protestan y dicen que si ellos ganan más porque no les da el presidente más para sus gastos. La razón que da el presidente es que tiene que haber para los que ganan menos. También nos recuerda que debemos gastar menos luz y agua, que no podemos. Pero hay una cosa que no entiendo. ¿Por qué en casa del Presidente siempre hay luz y se escuchan correr los grifos de la bañera?. Además nosotros no sabemos lo que gana ni lo que tiene para sus gastos. Pero no importa, NOS APAÑAMOS.

Lo que si nos está costando es lo del inglés. Resulta que tenemos que hablar todos en inglés para que nos entendamos mejor, dice el presi, pero los del 6º dicen , igual que los del 8º, que porqué tienen que hablar en inglés cuando siempre han hablado en francés, y digo yo, que no les costaría esforzarse un poquito como hacemos los demás. Pero no importa, NOS APAÑAMOS.

Algunos, sobre todo los más jóvenes, dicen que porqué no cambiamos al presidente, que porqué no hacemos unas elecciones, y que ellos hablan lo que les da la gana, y que el dinero que ganan es suyo (sobre todo los del 6º). Y digo yo que para que cambiar, si estamos muy bien, tan a gusto, NOS APAÑAMOS.

Algunos bloques cercanos, están amenazando ruina y algunos de los vecinos se nos han metido en el portal. Viven ahí, y la verdad es que no dan un espectáculo muy agradable (aparte de que no hablan inglés y no hay quién los entienda). El presidente les ha dicho que se tiene que ir. Unos cuantos han llegado a un acuerdo con los del 2º y les dejan estar allí si les limpian la escalera y el rellano y les bajan la basura; eso sí, gratis. Y digo yo que donde vamos a ir a parar, que habrá que echarlos algún día, pero no importa, NOS APAÑAMOS.

martes, 20 de mayo de 2008

Italia . Octubre 1922- Mayo 2008




“Primero, vinieron por los judíos, y no protesté porque no era judío;
Luego, vinieron por los comunistas, y no protesté porque no era comunista.
Entonces, vinieron por los católicos, y no protesté porque no era católico;
Luego vinieron por los de las Uniones sindicales, y no protesté porque no era sindicalista;
Finalmente vinieron por mí, y no quedaba nadie para protestar por mí.”


Martin Niemöller

jueves, 15 de mayo de 2008

Cosas de aquí

No me resisto a rescatar este artículo publicado en El País no hace mucho

El cambio de las esencias

La capital andaluza transformada gracias a la peatonalización, ha producido dualidades irreductibles

Sabido es que al hermano de Machado el bueno no es que se le acabaran los adjetivos cuando llegó al término de su célebre poema Andalucía (“Cádiz, salada claridad, Málaga, cantaora, Córdoba, cristiana y mora, Almería, dorada…”), sino que al pobre Manuel lo que le dio fue un ataque de mística sevillana. Caso harto frecuente en los hispalenses de antaño, que raramente perdonan los antisevillanos de hogaño. Especie esta última que, contra todo pronóstico, se ha ido extendiendo, extendiendo, como mancha de aceite por toda la región. Efectos colaterales centrífugos, digo yo, del proceso autonómico, que hizo soñar a otras ciudades con ser las reinas del nuevo mambo. Pero la cosa ya no tiene arreglo, qué se le va a hacer. Sevilla está cada día más pujante y segura de lo que es, y de lo que espera. No hay más que pasearse estos días por la Avenida de la Constitución, con su tranvía futurista, sus silenciosas bicicletas, sus sosegados peatones, embobados todos como de urbana beatitud. Y echarle una ojeada a los innúmeros proyectos que prometen a la capital y su entorno un puesto entre las grandes de verdad, “la más importante metrópolis del Sur de Europa”, anda. (Tómense algo:) 4.174 millones, en veinte años; cuatro líneas de metro, más viarios, más tranvías, esclusas, parques, redes de abastecimientos, más viviendas VPO… La mayor parte en la mitad de ese tiempo. (Algo contra el mareo).

Como que si yo fuera un hispalense de los de antaño, un sevillano esencialista, andaría preocupado. Todo eso de “La Gran Sevilla” que tanto se oye últimamente, ¿no será un embeleco, el ataque definitivo de sus más peligrosos adversarios, los de dentro mismo, esos rojos de la coalición PSOE-IU que se han atornillado en el Consistorio y que no hay quien los eche?. El alcalde Monteseirín, que ya va por el tercer mandato, suele referir algo que le pasó en la última campaña electoral. Una señora muy señoreada se le acercó y le dijo: “Don Alfredo, todo eso que está usted haciendo en los barrios está muy bien; pero a Sevilla déjela tranquila”. Sin comentarios.

El caso es que si quisiéramos atrancar las esencias sevillanas, nos veríamos en un verdadero aprieto. ¿Pues cuáles son?. Primero habría que nombrar una comisión de entendidos en tan abstrusa materia, en los valores-intocables-de-toda-la-vida. Observadores atentos, para empezar de la falla tectónica que parece recorrer las profundidades de la Historia de esta proteica ciudad, y que invariablemente produce dualidades irreductibles, o que lo parecen (ojo): Trajano y Adriano (la guerra y la paz), Joselito y Belmonte (el valor y el arte), Velásquez y Murillo (la perfección y la gracia), Niña de los Peines y Caracol (la hondura y el duende), Don Juan y Carmen (el amor canalla y el amor pasión), Bécquer y Cernuda (el dolor y el deseo), Sevilla y Betis (aquí ponga cada cual lo que quiera, que yo en alta política no me meto). Y sin olvidar que antes de y durante la República pleiteaban dos denominaciones ligeramente opuestas: Sevilla la Roja y Sevilla Mariana. Claro que, por mucho que a ustedes les cueste creerlo, en la primera se apuntaba a la Macarena, que era entonces conocida popularmente como La Virgen Roja, por el componente de muchos de sus cofrades. Lean a Chaves Nogales, nada sospechoso de volteriano, que llega a decir: “Siempre hay en el fondo de las cofradías un poquito de anarcosindicalismo” (sigan tomándose algo) y “se plantan el capirote los más tibios creyentes y hasta muy bien caracterizados ateos”.(Se lo advertí).

Pero mientras se reducen otras antagonías a lo que son, pulsiones primarias del alma colectiva, con sus anhelos y frustraciones, a menudo jaleadas por el negocio de las identidades, bueno sería darles ocupación a aquella especie de Caballeros de la Orden del Santo Dual, para que no dejasen de vigilar los testigos colocados en las grietas de sus mitos binarios, o sea, de sus esenciales pompas de jabón. Así, por lo menos, estarían entretenidos y dejarían a la Sevilla real crecer hacia sus nuevos desafíos. De momento, ya se han tragado una de las síntesis más gordas: la fusión de las dos-cajas-de-ahorro-de-toda-la-vida en una sola. Y no ha pasado nada.

Y si por casualidad caen en la cuenta de que de aquellos 4.174 kilos, más de la mitad irán a la corona metropolitana, habrá que preparar un señuelo que les haga mirar hacia otro lado. Decirles, por ejemplo, que lo que en realidad persiguen los habitantes de ese cinturón, con su asedio de-toda-la-vida, es cargarse una de nuestras más emblemáticas señas de identidad: el seseo. Pues es público y notorio que decir Zevilla, coza y Zemana Zanta no puede interpretarse más que como un menosprecio en toda regla a la esencialidad lingüística capitalina. Así que habrá que inventarse un sainete quinteriano, donde un alcalde de Sevilla se enfrente, pongo por caso, al de Dos Hermanas. El uno: “Quiero partisipar en tu plasa”. El otro: “De aquí no ze paza”. Y mientras tanto, el metro-tranvía-anillo-ferroviario uniendo poco a poco, el parque Guadaira, la Universidad Pablo de Olavide, La Cartuja, El Aljarafe, la Acrópolis de la Rinconada….esétera, ezétera.

Antonio Rodríguez Almodóvar

martes, 13 de mayo de 2008

Jugando a las paradojas


¿Si la luz viaja más rápido que el tiempo, a dónde va?

¿Por qué, si hay infinitas estrellas, el cielo es negro?

Si el Universo estuviera poblado por civilizaciones avanzadas tecnológicamente, ¿dónde están?

¿Por qué es más barata el agua que los diamantes, siendo que los humanos necesitan agua, y no diamantes, para sobrevivir?

Ser pobre es más caro y ser rico es más barato, por tanto la economía libre de mercado se devorará a sí misma.

¿Qué sucede cuando un cuerpo inamovible se encuentra con una fuerza irresistible?

Un grupo de personas frecuentemente toman decisiones contra sus propios intereses.

Si no me equivoco, el mundo se acabará en diez días

Es de mala suerte ser supersticioso.

¿En qué momento un montón deja de serlo cuando se quitan granos de arena?

Cuando se han reemplazado todas las partes de un barco, ¿sigue siendo el mismo barco?

Pienso, luego existo, mas cuando no pienso, ¿no existo?

¿Qué pasaría si viajas en el tiempo y matas a tu abuelo antes de que conozca a tu abuela?

¿es cierta una afirmación sobre algo que no existe?

Hay tres clases de personas: las que saben contar y las que no.

El único barbero de la ciudad dice que afeitará a todos aquellos que no se afeiten a sí mismo¿quién afeitará al barbero?

Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. La visión dura un segundo o acaso menos; no sé cuántos pájaros vi. ¿Era definido o indefinido su número? El problema involucra el de la existencia de Dios. Si Dios existe, el número es definido, porque Dios sabe cuántos pájaros vi. Si Dios no existe, el número es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. En tal caso, vi menos de diez pájaros (digamos) y más de uno, pero no vi nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres o dos pájaros.Vi un número entre diez y uno, que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, etcétera. Ese número entero es inconcebible, ergo, Dios existe.

¿Comprendéis ahora por qué los grandes hombres solemos ser modestos?

martes, 6 de mayo de 2008

Con la mano entre las piernas, cuando voy montando en bici (Gran Wyoming)


En estas fechas aproximadamente se cumple un año desde que el Ayuntamiento de la Gran Ciudad del Río, tuvo la osadía (eso sí aprovechando la cercanía de las elecciones municipales) de gastarse una pasta en hacer por todo le casco urbano de la ciudad la friolera de 72 kilómetros de carriles bici. Inmediatamente surgieron las voces indignadas de la oposición y de todos sus corifeos, augurando el desastre de dicha medida, así como la sospecha inclinación a tratarnos como a chinos (por eso de andar en bici) y que lo siguiente sería hacernos “comunistas” (ya salieron los rojos). Por si fuera poco, encima siguieron en el gobierno después de las elecciones y no contentos con lo del carril bici, adjudicaron a la empresa francesa JC Decaux la instalación y explotación de 250 estaciones con 2.500 bicicletas de alquiler repartidas por toda la ciudad. Ésto ya era la gota que colmaba el vaso. Los ciudadanos de pro se lanzaron a la cruzada anti-bici, encabezados por un señor que publicaba cosas como ésta:

Salvo poetas y gentes de mal vivir como Juan Lafita, en Sevilla iba en bicicleta el que no tenía dinero ni para comprarse en Artemán un motorcito, adaptárselo, y convertirla en Mosquito. La bicicleta como medio de transporte es de aquella Sevilla tiesa y canina, hacinada en los corrales, neorrealista sin Vittorio de Sica. Una Sevilla en blanco y negro que llevaba en el transportín amarrado con guitas el cesto de tomiza con el almuerzo para el andamio. En bicicleta iban los albañiles que construyeron los primeros pisos de la Diputación en Los Remedios, los que alzaron El Tardón o La Barzola. A mí, por mucho que el alcalde se pasee en bicicleta a la sueca, a la holandesa, la bicicleta me suena a la Sevilla del hambre. Como el tranvía me suena a una triste Sevilla de trajes vueltos y mantones negros.

El 24 de Julio de 2007 se inauguraban las primeras 30 estaciones y 300 bicicletas. La ciudad inmovilista (que no tradicionalista) auguraba un negro fracaso del”rojerío” ciclista.

Hoy 6 de mayo de 2008, las estaciones son 200 y las bicicletas son 2.000 y a final de año llegarán a 2.500. La empresa adjudicataria que preveía entrar en beneficios de explotación en seis años, lo ha hecho en menos de uno. Los carriles bici se van a ampliar en 50 kms en los barrios y extrarradio. La ciudad, lejos de ser casposa y en blanco y negro, se une a otras como París, con 1.451 estaciones y 20.600 bicicletas y Lyon, 5.000 bicicletas. Se ha llegado a la tan mentada “masa crítica”.

Sería muy de agradecer que los agoreros apocalípticos pronosticasen también el fracaso de las políticas de empleo, el descontrol del precio de las viviendas y el imparable aumento del IPC.

Saldríamos todos ganando.

jueves, 1 de mayo de 2008

El "otro" país

Paradox


Cuando fueron desalojados del Paraíso, Adán y Eva se mudaron al Africa, no a París.

Algún tiempo después, cuando ya sus hijos se habían lanzado a los caminos del mundo, se inventó la escritura. En Irak, no en Texas.

También el álgebra se inventó en Irak. La fundó Mohamed al Jwarizmi, hace mil doscientos años, y las palabras algoritmo y guarismo derivan de su nombre.

Los nombres suelen no coincidir con lo que nombran. En el British Museum, pongamos por caso, las esculturas del Partenón se llaman "mármoles de Elgin", pero son mármoles de Fidias. Elgin se llamaba el inglés que las vendió al museo.

Las tres novedades que hicieron posible el Renacimiento europeo, la brújula, la pólvora y la imprenta, habían sido inventadas por los chinos, que también inventaron casi todo lo que Europa reinventó.

Los hindúes habían sabido antes que nadie que la Tierra era redonda y los mayas habían creado el calendario más exacto de todos los tiempos.

En 1493, el Vaticano regaló América a España y obsequió el Africa negra a Portugal, "para que las naciones bárbaras sean reducidas a la fe católica". Por entonces, América tenía quince veces más habitantes que España y el Africa negra cien veces más que Portugal.

Tal como había mandado el Papa, las naciones bárbaras fueron reducidas. Y muy.

Tenochtitlán, el centro del imperio azteca, era de agua. Hernán Cortés demolió la ciudad, piedra por piedra, y con los escombros tapó los canales por donde navegaban doscientas mil canoas. Esta fue la primera guerra del agua en América. Ahora Tenochtitlán se llama México DF. Por donde corría el agua, corren los autos.

El monumento más alto de la Argentina se ha erigido en homenaje al general Roca, que en el siglo diecinueve exterminó a los indios de la Patagonia.

La avenida más larga del Uruguay lleva el nombre del general Rivera, que en el siglo diecinueve exterminó a los últimos indios charrúas.

John Locke, el filósofo de la libertad, era accionista de la Royal Africa Company, que compraba y vendía esclavos.

Mientras nacía el siglo dieciocho, el primero de los borbones, Felipe V, estrenó su trono firmando un contrato con su primo, el rey de Francia, para que la Compagnie de Guinée vendiera negros en América. Cada monarca llevaba un 25 por ciento de las ganancias.

Nombres de algunos navíos negreros: Voltaire, Rousseau, Jesús, Esperanza, Igualdad, Amistad.

Dos de los Padres Fundadores de los Estados Unidos se desvanecieron en la niebla de la historia oficial. Nadie recuerda a Robert Carter ni a Gouverner Morris. La amnesia recompensó sus actos. Carter fue el único prócer de la independencia que liberó a sus esclavos. Morris, redactor de la Constitución, se opuso a la cláusula que estableció que un esclavo equivalía a las tres quintas partes de una persona.

"El nacimiento de una nación", la primera superproducción de Hollywood, se estrenó en 1915, en la Casa Blanca. El presidente, Woodrow Wilson, la aplaudió de pie. El era el autor de los textos de la película, un himno racista de alabanza al Ku Klux Klan.

Fragmentos de “La paradoja andante”. Eduardo Galeano.